1. Capacidad para emprender. El emprendimiento ha sido una capacidad y talento reconocidos de las personas árabes que emigraron a Chile y deseamos compartirla, haciéndola parte de toda nuestra comunidad escolar. El Colegio Árabe cultivará el valor del emprendimiento entre sus estudiantes, estimulando el ejercicio de sus potencialidades, fomentando sus iniciativas, su creatividad, el liderazgo y la capacidad de gestión para hacer frente a las dificultades y encontrarles solución. Nuestros estudiantes deben realizar sus propios proyectos de vida y no limitarse a desarrollar ideas o proyectos ajenos. Las personas se hacen trascendentes a través de sus proyectos, ellos determinan su sentido de responsabilidad y la calidad de la tarea que deben realizar para su propio crecimiento y el de la sociedad a la que pertenecen.
2. Perseverancia. Debemos apreciar e imitar el aporte de los inmigrantes árabes a nuestro país, quienes han contribuido a su desarrollo con su trabajo, laboriosidad y espíritu de iniciativa. Gracias a su esfuerzo y perseverancia, consiguieron adaptarse a las costumbres y al modo de vida del país de adopción, sin perder las raíces de su cultura y tradiciones de origen. Formaremos a nuestros estudiantes para afrontar la adversidad y tomar conciencia que enfrentarán en la vida múltiples tropiezos y fracasos. Que éstos se revierten encarándolos, aprendiendo de ellos, superando los errores y teniendo la capacidad para asumirlos con renovado esfuerzo y fe. Si se caen tendrán que levantarse – cuantas veces sea necesario – y salir adelante.
3. Equilibrio de los objetivos formativos. Propiciaremos una formación efectiva que equilibre la adquisición de conocimientos, capacidades genéricas y valores, sin dejar de lado los aspectos afectivos, espirituales y corporales.
4. Transversalidad de los componentes formativos. Para lograr personas que cultiven los elementos que son la base de una formación equilibrada es necesario definir dimensiones y capacidades genéricas transversales a los planes de estudio en los diferentes niveles del proceso formativo. También objetivos y acciones relacionados con la ciencia, la tecnología, la realidad y cultura contemporánea, la valoración del medio ambiente y la capacidad para analizar y resolver problemas de relevancia. Así, la transversalidad de las dimensiones formativas y capacidades genéricas, permite que el aprendizaje y maduración de los estudiantes se incrementen a medida que progresan en sus estudios.
5. Aprendizaje autónomo y colaborativo. Debido a los constantes cambios que experimenta la sociedad actual, se impone la necesidad de facilitar el autoaprendizaje, haciendo uso de los medios informáticos, el desarrollo de proyectos, el trabajo de casos reales, la resolución de problemas y la investigación. También a que nuestros estudiantes cultiven sus potencialidades, desarrollen cualidades y aptitudes para realizar una crítica justa y constructiva, y sean capaces de compartirlas con sus pares realizando un trabajo en equipo.